La Princesa del Pop sigue bajo la tutela de su padre por una orden judicial y se siente incómoda con esta situación. “Britney está furiosa por no poder ver a sus hijos sin la supervisión de alguien. Grita todo el tiempo con su padre Jamie porque no la deja estar con los niños sin guardaespaldas o niñeras alrededor. Parece que tiene miedo de que sus hijos no se sientan protegidos por ella, ya que a medida que crecen, hay extraños alrededor todo el tiempo”, asegura una fuente cercana a la familia Spears.
A Britney le molesta también que siempre le digan cómo tiene que hacer las cosas. “Le molestan las pequeñas cosas, por ejemplo que le digan qué deben comer sus hijos. Britney siempre ha sido fanática de la comida basura y no ve nada malo en llevar a sus hijos a comer pizza de vez en cuando", añade la misma fuente.