Lindsay Lohan ya no es feliz en California. La joven, de 23 años, cumple su condena por conducir bebida llevando un brazalete que controla sus niveles de alcohol y drogas en sangre, y ha comentado entre sus amigos que quiere mudarse a Nueva York o Londres, porque está harta de la meca del cine: "Todo el rato dice que odia estar aquí y lo desagradable que es la gente. Comenta que le gustan Nueva York y Londres, y que quiere salir de esta ciudad", contaba a 'E!Online' un conocido de la artista que comparte gimnasio con ella y su hermana Ali Lohan, de 16 años.
Entre tanto, los amigos de Lindsay continúan preocupados por la marcha de la asistente de la intérprete, que la ha dejado sola ante todos sus compromisos profesionales y legales, ya que no puede conducir y necesita a alguien que la lleve a las clases de rehabilitación que le impuso el juez.
La ayudante de la artista, Elinore, abandonó su puesto porque no aguantaba el comportamiento absorbente y errático de su jefa: "Lindsay conoció a Elinore a través de una amiga común y empezó a pasar más y más tiempo en su apartamento. Ella seguía pagando su alquiler pero prácticamente vivía en casa de Lindsay. Ella puede ser muy autoritaria y mezquina cuando no consigue lo que quiere y a veces ni siquiera pagaba a Elinore", cuenta una fuente cercana.
Fotos: Lindsay y su hermana Ali atienden el evento Muscle Milk Light Women's Fitness Retreat en Beverly Hills el Viernes (11 de Junio).
