Los tres conocen mejor que nadie a Shakira pues Antonio de la Rúa fue su novio y socio durante 12 años, y los colombianos Divier Hernández y Maritza de Ávila permanecieron bajo su techo el doble de ese tiempo. Él como chofer y cocinero (11 años) y ella como empleada doméstica (24 años).
El primer escándalo estalló hace cuatro meses cuando, según los trabajadores, la barranquillera los despidió después de que se negaron a prepararle un menú especial a la madrugada y los corrió de su domicilio en Barcelona pese a que supuestamente estaban con su hija menor de edad. Para colmo de males, dicen que a través de su asistente personal les solicitó que firmaran un documento de renuncia a sus derechos, como consta en la demanda en materia de despido y de daños y perjuicios con vulneración de derechos fundamentales que ellos instauraron. Después de esto aseguran que recibieron correos con amenazas y fotos de personas decapitadas.
Shakira y su abogado, Ezequiel Camerini, afirmaron en un comunicado que esta pareja quería extorsionarla y difamarla. Ante los hechos, y como apoderado de los despedidos, Abelardo de la Espriella retó al colega que trabaja desde Nueva York a presentar las pruebas y le advirtió que en caso contrario presentaría una denuncia por calumnia tanto para él como para su representada. Supimos que al día siguiente el mismo Camerini le habló por teléfono y le propuso una conciliación que tiene una cláusula de confidencialidad.
Por su parte, Antonio de la Rúa también quiere reclamar lo que considera justo: "Es necesario aclarar que no hay una demanda contra Shakira, es solo la disolución legal de la sociedad laboral de 12 años que siguió pese a la ruptura sentimental, como ella misma lo afirmó en 2011, y que hasta ahora oficialmente termina".
El novio eterno de la cantante reclama por "el trabajo realizado, contratos y alianzas ejecutadas, que eran algo aparte de la relación sentimental y que se ejercieron después de acabado el noviazgo. Serán los abogados quienes se encarguen de darle una solución legal a esta finalización laboral" que los mantuvo unidos incluso en los días que ambos tenían nuevos amores.
En la prensa internacional se lee que la exigencia del argentino por sus servicios es del 18 por ciento de las ganancias millonarias de la intérprete, lo que equivaldría a unos 200 millones de euros. Además se dice que él sacrificó su carrera de publicista para seguirle los pasos a Shakira y hacerse cargo de promoverla como estrella internacional. Mientras todo esto pasa, la artista guarda silencio; su política es no ser contestataria.
Los exempleados de Shakira, Divier y Maritza, junto a su hija y ahijada de la cantante, contaron que Antonio de la Rúa les dio la mano en España cuando supuestamente quedaron en la calle.